Apenas quedan unos días del mes de marzo y con la Semana Santa finalizada, el regalo del pack de picnic entregado y el cambio de hora que este año me ha pillado un poco por sorpresa, no puedo menos que disfrutar del tiempo vacacional con la familia. Hemos tenido unos días de descanso y siempre se aprovecha para pasear por el pueblo y para hacer alguna escapada interesante o descubrir algún rincón gastronómico de Castilla y León, que siempre esconde secretos.
Mientras nos mentalizamos para volver a la rutina, hoy tengo capricho de una de esas tartas espectaculares que siempre vemos en las películas americanas, especialmente si son antiguas o si son de dibujos animados. Esa sensación de bocado irresistible que se deshace al tocarlo, de sabor a manzana y canela y de un olor impregnado en toda la casa que trae recuerdos de infancia o de reuniones familiares.
Esta es mi versión de un clásico pastel de manzana o Apple Pie y la recomiendo si sois fans de este tipo de tartas:
Ingredientes
Para la masa
- 300 gr de harina
- 1 pizca de sal
- 225 gr de mantequilla
- 60 ml de agua fría
- 50 gr de azúcar
Para el relleno
- 1 kg de manzanas variadas
- El zumo de medio limón
- 50 gr de azúcar
- 50 gr de mantequilla
- Una vaina de vainilla
- Una cucharadita de canela molida
- Un chorro de vino de oporto
Para decorar:
- Azúcar moreno
- Un huevo
Elaboración
- En primer lugar elaboramos la masa de la tarta: En un bol grande mezclamos la harina, con la sal, el azúcar y la mantequilla fría cortada en trozos. Con ayuda de un tenedor y de nuestras manos, vamos incorporando todo despacio. En este tipo de masa nos va a quedar una mezcla espesa, arenosa, rugosa.
- Cuando veamos que se va integrando, añadir el agua muy fría y seguir amasando hasta formar una bola firme y que no está pegajosa. A continuación, dividiremos la bola en dos partes, que envolvemos con papel film y dejamos reposar en la nevera una hora como mínimo.
- El siguiente paso es sacar una bola de la nevera y con un rodillo aplanarla y darle forma redonda para colocarlas en el molde. He usado un molde redondo de 22 cm cerámico, para poder hacer todo en el mismo molde y luego servirlo directo a la mesa. Podéis usar cualquier molde de tipo quiche también o desmoldables si lo queréis sacar a un plato. Colocar la base de la masa en el molde y dejar al ras de los bordes recortando lo que sobre. Dejar reposar en la nevera.
- Ahora vamos a preparar el relleno. Para ello, pelamos todas las manzanas, quitamos el corazón y las cortamos en láminas de ancho medio. No tienen que ser demasiado finas porque se desharían muy rápido. Preparamos una cazuela grande y la ponemos a fuego medio.
- Añadiremos las manzanas, el zumo de limón, azúcar, canela, las semillas de la vaina de vainilla, el vino de oporto y la mantequilla. Cocemos a fuego bajo removiendo de vez en cuando durante unos 20 minutos o hasta que la manzana esté blanda y caramelizada, los jugos disueltos y perfectamente integrados. No queremos que se nos rompan las manzanas, lo ideal es que queden enteras, pero cocidas en sus jugos. Retiramos del fuego.
- De nuevo sacamos el molde que tenemos preparado y agregamos todo el relleno. Uno de los trucos de esta tarta de tipo clásico americano es que deben tener un relleno muy alto. A la hora de colocarlo, lo iremos poniendo formando una montaña elevada por encima de los bordes del molde. Agregad todo, incluyendo el total del jugo que haya soltado. Puesto que vamos a añadir las manzanas previamente cocidas, a la hora de hornear, la masa se adaptará bien al relleno y así evitaremos que se nos queden espacios huecos dentro de la masa. Empezar a precalentar el horno a 180ºC.
- A continuación amasamos la otra bola de masa para formar la tapa del pastel y lo colocamos con cuidado sobre el molde. De nuevo recortamos el sobrante del borde del molde y con los dedos presionamos la masa y la plegamos un poco para sellarla, como si fuera una empanadilla. Con un cuchillo afilado hacemos un corte en forma de cruz en el centro. Para decorar batimos el huevo y pincelamos toda la superficie del pastel. Espolvoreamos por encima con azúcar moreno.
- Por último, horneamos: Introducir el molde en el horno a 180ºC durante 30 minutos. Tiene que quedar la masa dorada y crujiente. Pasado el tiempo, sacar la tarta y ya se puede servir inmediatamente y acompañar de crema inglesa, helado de vainilla, nata, caramelo o lo que más os guste, porque estará tan buena que desaparecerá inmediatamente.
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deliciosa receta