Después de estos primeros días de toma de contacto, hoy ya vengo con nueva receta, que aunque ya sabéis que el dulce es mi debilidad, seguiré compartiendo todo tipo de platos.
Pero en esta ocasión sí que es un poco de dulcerío. La tarta de limón es una de mis favoritas, junto con la de queso forman un tándem del que no puedo prescindir. De vez en cuando tengo algún antojo y entro en la cocina sólo para sacar una de estas joyas.
El «problema» que tiene este tipo de tartas es por un lado que están pecaminosamente buenas, y por otro, que llenan una barbaridad, así que a menos que tengáis invitados en casa, lo recomendable es hacerla en pequeñas dosis, con un molde asequible.
Bien, pues sin más, ésta es la receta que tenéis que probar este fin de semana 🙂
Ingredients
- Una plancha de masa quebrada
- 250 g de queso mascarpone
- 2 limones
- 200 g de leche condensada
- 4 huevos
- 50 g de azúcar
- Azúcar glass
Directions
Precalentar el horno a 180ºC.
Forrar un molde redondo y bajo con papel de hornear y colocar la masa quebrada. Mejor un molde tipo quiche. Cubrir la masa con papel de nuevo y agregar peso, como garbanzos o similar.
Hornear durante 15 minutos a 180ºC. Cuando este lista reservar.
Batir El queso mascarpone con las 4 yemas de huevo hasta que estén bien integradas y blanquean.
Agregar la ralladura y el zumo de un limón y también la leche condensada. Mezclar bien todo con una espátula o varillas.
Con la masa quebrada que teníamos reservada horneada, retiramos el peso y el papel superior para rellenarla con la mezcla que hemos obtenido. Alisamos con una espátula y de nuevo metemos al horno durante 20 minutos. Sacar y reservar.
Mientras tanto, montar las dos claras restantes a punto de nieve junto con el azúcar para obtener un merengue rígido. Colocamos el merengue en una manga pastelera con una boquilla ancha lisa o con forma de estrella. Cubrimos con cuidado la superficie de la tarta con la manga en vertical y haciendo bolas terminadas en pico.
De nuevo la metemos al horno, pero esta vez con el grill a temperatura media durante unos minutos, lo suficiente para que el merengue quede dorado en las puntas. Hay que vigilarlo, puesto que se quema fácilmente ya que el grill es muy agresivo. En cuanto comience a dorarse sacarlo y dejar enfriar para servir.
Acompañadlo con algún licor casero o un buen oporto dulce y será un lujo de merienda.
Patricia que buena esta tarta, creo que la tengo que probar muy pronto! Tiene que estar deliciosa!
Besos
lo está, doy fé de ello 🙂 Gracias Ana.
Siempre los cambios son buenos, la tarta se come con los ojos.
Me alegro de que te guste!. gracias!!
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