Ya se está preparando la temporada de huerta, pero en el caso de los limones hace tiempo que estamos llenos. Tengo un magnífico limonero en casa que desde hace un par de años ya tiene una cosecha plena que hay que aprovechar a tope, como hicimos con aquélla riquísima tarta de mascarpone y limón, y ahora esta conserva de limones confitados.
Hoy os mostraré cómo hacer estas conservas y elaborar un ingrediente muy habitual en la cocina marroquí, el limón confitado a la sal. Se trata de un elemento clave en muchos platos típicos de esa cocina intensa y espaciada. Y en el próximo post os pondré un ejemplo de cómo usarlo.
Ingredientes
- 5 limones pequeños
- 200 g de sal gorda
- 1 rama de canela
- Una cucharadita de clavo
- Una cucharadita de anís en grano
- 2 limones más para hacer zumo
Elaboración
- En primer lugar cortar los tallos, retirar las hojas y lavar muy bien los limones con agua caliente, frotándolos. Secarlos con papel y dejarlos luego extendidos al aire sobre un paño.
- A continuación cortar los limones en la parte superior con forma de cruz, sin llegar a la base. Tienen que quedar abiertos, pero no separarse las partes.
- Agregar una cucharada generosa de sal gorda dentro de cada limón y dejarlos de nuevo cerrados.
- Necesitaremos un tarro de conserva, de un litro de capacidad en este caso. Agregamos el resto de sal gorda al tarro junto a las especias: canela, clavo y anís.
- Exprimir el zumo de los dos limones, retirar las posibles pipas y verterlo en el tarro, pero sin colarlo, no es necesario.
- Remover bien.
- Ahora colocaremos los limones de uno en uno en el tarro, de manera que queden un poco apretados entre sí y que estén cerrados.
- Por último añadimos agua hirviendo hasta prácticamente cubrir los limones, pero sin llegar hasta el borde del tarro. Hay que dejar una distancia mínima de dos dedos hasta el cierre. Tapamos bien el tarro con su tapa de rosca y cuidadosamente agitamos el tarro para que se distribuyan las especias. Una vez listo, le damos la vuelta y podemos dejar reposar el tarro en un lugar fresco y seco que no sea la nevera porque el frío ralentiza la maduración.
- Tenemos que dejar que se madure en el tarro por lo menos un mes, para asegurarnos podemos abrirlo la primera vez al cabo de un mes y medio. Solamente tenemos que mover el tarro y darle la vuelta cada pocos días.
- Sabremos que están listos cuando al abrirlos el limón ya está reblandecido y con textura suave.
Siguiendo el orden del paso a paso, aquí os dejo las imágenes:
Notas
- El limón confitado tiene un sabor intenso, no es muy salado, pero su ácido es protagonista. Te ayudará a aderezar un plato por sí mismo.
- Para esta receta he usado limones de mi propio árbol. Es importante que sean cuanto más ecológicos mejor, puesto que vamos a utilizarlos enteros y posteriormente consumir la cáscara, por lo que nos interesa que no estén tratados con ningún producto. Si los compras, sé especialmente escrupuloso con su limpieza.
- Una vez confitados la conservación es muy larga, pueden aguantar en perfecto estado varios meses.
- Su uso más habitual es en platos de tipo tajines, carnes al horno o pescados que casan muy bien con el limón, las especias e incluso encurtidos.
Una idea estupenda Patricia! Me viene genial pues tenía ganas de hacerlos! No se que receta harás, pero con un pollo asado tiene que estar delicioso!
Besos
Toda la razón Ana, con pollo asado también están increíbles. Me decantaré por algo mezcla de tracicion y modernidad ;-))
gracias!!
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